Un método de aprendizaje, probado durante 21 años, que convierte las vivencias tangibles en abstracciones matemáticas, permite a nuestros alumnos conceptualizar las diferentes operaciones aritméticas y geométricas por medio de ejemplos tales como el cubrimiento de una superficie plana con piezas o “teselas”. La idea es que los estudiantes vayan descubriendo que ciertas configuraciones de tipo geométrico presentes en la naturaleza que los rodean se puedan entender estudiando modelos matemáticos que las representan.

Vivir la matemática relacionándola con el entorno que nos rodea, facilita la internalización de sus principios, logrando que los alumnos dispongan de bases sólidas, indispensables para enfrentar con éxito los desafíos que nos plantea el mundo en que vivimos.